En medio de una purga que ya afecta a más de 60.000 personas, el Gobierno turco ha declarado el estado de emergencia durante tres meses para controlar la situación tras el fallido intento de golpe de Estado, y para garantizar la estabilidad económica, según ha anunciado este miércoles el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Durante su intervención, el presidente ha explicado que la medida pretende combatir “la amenaza a la democracia”.