Trump habla de una “oportunidad excepcional” para la paz en su visita a Israel

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Israel poco después del mediodía de hoy a bordo del Air Force One desde Riad, en el primer vuelo públicamente conocido entre Arabia Saudí e Israel. Aterrizo en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, donde lo esperaban el presidente de Israel, Reuven Rivlin, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, además de la mayoría de ministros y numerosos miembros de la Knesset, el Parlamento israelí. Desde el primer momento, Donald Trump ha querido remarcar que uno de sus principales objetivos es facilitar la recuperación del proceso de paz entre Israel y los palestinos. Tambien busca subrayar que la alianza entre Israel y los Estados Unidos goza de muy buena salud, tras un periodo anterior protagonizado por el desencuentro entre el presidente predecesor, Barack Obama, y Benjamin Netanyahu. Para ello, ha recuperado en su discurso la posición de Estados Unidos contra la influencia de Irán en la región, y ha señalado que su beligerancia está posicionando a los países árabes vecinos del lado del Estado de Israel, frente a los riesgos que representa el régimen de los ayatolás.

En su primera gira internacional como presidente, Donald Trump ha incluido a Israel entre las paradas, después de buscar en Arabia Saudí la unidad de líderes árabes contra el terrorismo yihadista y la influencia iraní. A su llegada a Ben Gurion, Trump ha recordado en su discurso, durante una ceremonia de bienvenida, que su deseo es estrechar los lazos con Israel y ha reseñado que “estamos ante una oportunidad excepcional de traer seguridad y estabilidad a la región y sus pueblos”. Trump ha establecido la necesidad de “derrotar al terrorismo” como premisa para alcanzar la paz.

Había gran expectación en el Aeropuerto de Ben Gurion, donde se celebró una calurosa recepción en la que tanto el presidente Rivlin como el primer ministro Netanyahu expresaron su agradecimiento por incluir a Israel por primera vez en la gira internacional inaugural de un presidente de los Estados Unidos. “Esta  visita es un símbolo de la indestructible relación entre Israel y Estados Unidos”, subrayó Rivlin, quien calificó a Trump de “gran amigo de Israel y del pueblo judío”. Para el presidente israelí, “el mundo, Oriente Medio e Israel necesitan un Estados Unidos fuerte, y Estados Unidos necesita un Israel fuerte”. Y concluyó asegurando que los israelíes están “muy felices” de que Trump esté “aquí cuando celebramos el 50 aniversario del Día de Jerusalén, el corazón palpitante del pueblo judío durante más de 3.000 años”.

Por su parte, Netanyahu recordó sobre la pista del aeropuerto que Israel ha “construido un estado judío democrático, moderno y vibrante, que protege todas las fes”, y ha añadido que “la mano de Israel está extendida para la paz a todos nuestros vecinos incluidos los palestinos”.

Sin descanso, Trump y su equipo volaron en helicóptero hacia Jerusalén, donde el presidente norteamericano fue recibido en la residencia presidencial por su homólogo israelí. Allí, Rivlin y Trump mantuvieron un encuentro en el que se puso de manifiesto una vez más que poner límites a Teherán es uno de los objetivos que busca Trump en esta su primera gira internacional. “Irán no puede tener armas nucleares y tiene que cesar de forma inmediata la mortal financiación del terror y dejar de armar a grupos terroristas”, señaló, y dirigiéndose a Rivlin le aseguró que “vuestros vecinos árabes son cada vez más conscientes de que tienen una causa común con vosotros con la amenaza que representa el régimen iraní”.

Visitas al Muro de los Lamentos y Santo Sepulcro

Antes de visitar la residencia del primer ministro por la tarde, Trump marcó un hito histórico al convertirse en el primer presidente estadounidense ejerciendo en el cargo en visitar dos de los espacios más sagrados de la ciudad de Jerusalén, el Santo Sepulcro para los cristianos, y el Muro de los Lamentos para los judíos, ambos en la Ciudad Vieja. Para estas visitas, el presidente Trump no estuvo acompañado de altos representantes del gobierno israelí.

Ya de noche, y antes de la cena que ofrecería el primer ministro Benjamin Netanyahu y su mujer al matrimonio Trump, se produjo una reunión entre los dos líderes, en la que el presidente estadounidense desgranó su posición sobre un posible diálogo entre Israel y los palestinos. “Creo en los renovados esfuerzos para avanzar hacia la paz”, destacó Trump, y señaló que la participación de países vecinos en el proceso podría facilitar el camino.

Mañana le espera a Donald Trump una visita a Yad Vashem -el Memorial a las Víctimas del Holocausto- y al Museo de Israel. Además, se trasladará a Belén para mantener un encuentro con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, a quien le expondrá sus planteamientos para reiniciar el diálogo.

 

 

 

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