El software de la empresa israelí Axilion Smart Mobility será utilizado para coordinar las luces de los semáforos para dar prioridad de paso a los vehículos de transporte de pasajeros que se aproximan.
La ciudad de Nueva York está probando el software de la compañía tecnológica Axilion. La empresa israelí, con sede en Tel Aviv, es líder en el segmento de movilidad inteligente. Su software está basado en inteligencia artificial y sirve para gestionar el transporte urbano. La prueba piloto se está llevando a cabo para coordinar los semáforos de Nueva York y así dar preferencia a los vehículos de transporte público que se aproximan, como los autobuses. Esta tecnología podrá reducir el tiempo de viaje en un 40%, así como también las emisiones de dióxido de carbono. El software de Axilion ayudó al Metro Ligero de Jerusalén a reducir los tiempos de viaje, entre la primera y la última estación, a casi la mitad de tiempo: de ochenta a cuarenta y dos minutos. Actualmente, Nueva York está testeando la misma tecnología en la ruta del autobús M1, que transita por la Quinta Avenida.
La movilidad sostenible llega a las grandes ciudades
La tecnología de Axilion también será probada en los próximos meses en el servicio de autobuses de la Primera y Segunda Avenida de Nueva York. Aunque recién están comenzando las pruebas piloto en Estados Unidos, la trayectoria de Axilion es más que promisoria en movilidad sostenible. En Jerusalén, el tren ligero funciona sin detenerse en los semáforos en rojo. Esto incrementó el número de viajeros y los ingresos en un 400% entre los años 2014 y 2017. En Haifa, donde los autobuses reciben ahora la prioridad de 100% en las calles, la velocidad de los mismos aumentó en un 30%, y el 11% de los usuarios informaron que estaban optando por dejar sus automóviles en casa, según informó Axilion. La movilidad sostenible indica que menor cantidad de coches en la carretera significa menos congestión y la disminución de emisiones de dióxido de carbono. Los propios vehículos de transporte público, al pasar menor cantidad de tiempo detenidos frente a los semáforos en rojo, contaminan menos.
La optimización de recursos gracias a las nuevas tecnologías
El masivo éxito de las aplicaciones de vehículos de transporte con conductor, como Uber y Lyft, afectaron la movilidad sostenible a través del aumento de la congestión del tránsito urbano. El ciudadano norteamericano pasó 58,6 horas anuales atascado en los semáforos en 2018 frente a las 34 horas de 2009, según la American Automobile Association. Y según un informe de la Comisión de Taxis y Limusinas de Nueva York, el 29% del tráfico de Manhattan proviene de los vehículos de alquiler que pasan el 41% de su tiempo transitando sin pasajeros. Por esta razón, Nueva York aprobó el pasado mes de abril un impuesto que multará a los vehículos que ingresen a las zonas más concurridas de Manhattan a partir de 2021. Y para 2021, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quiere que los autobuses circulen un 25% más rápido para que sean alternativa real de transporte urbano en vez de los automóviles.
Tecnología israelí al servicio del medio ambiente
El software de Axilion fue desarrollado con la colaboración del Departamento de Ingeniería Civil de Technion. Utiliza la inteligencia artificial para mapear cientos de intersecciones a la vez, sincronizando los horarios de los semáforos con los horarios de los autobuses, cuyas ubicaciones son captadas en tiempo real por rastreadores GPS. El software también tiene en cuenta el tiempo que necesitan los peatones para poder cruzar las calles. La tecnología de Axilion, que es utilizada en Israel hace años, también fue aplicada con éxito en Francia (Dijon), Marruecos (Rabat) y Suiza.
La colaboración entre la empresa israelí de tecnología Axilion Smart Mobility y el programa de tránsito de Nueva York está aún en sus inicios. Pero gracias a sus antecedentes en la gestión exitosa del transporte urbano en otras ciudades, hará que los habitantes de la Gran Manzana puedan reducir drásticamente el tiempo de viaje en el transporte urbano. Además de disminuir la contaminación ambiental de la ciudad por la baja en las emisiones de dióxido de carbono.