Situación de Egipto después de Mursi

Luego de pasar varios años en la clandestinidad, la organización de los Hermanos Musulmanes logró constituir en abril de 2011 su brazo político, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), con el cuál ganó la mayoría de los escaños en las elecciones legislativas de 2011 y las primeras elecciones presidenciales libres en el país en 2012, con el liderazgo de Mohamed Mursi. Sin embargo,  este experimento democrático no duró mucho. Después de varios días de manifestaciones de organizaciones laicas contra el presidente islamista, el 3 de julio las fuerzas armadas de Egipto detuvieron a Morsi y nombraron un Gobierno interino sin representación de los Hermanos Musulmanes.

El Golpe de Estado marcó el inicio de un periodo de inestabilidad en el país, posterior a la caída de Hosni Murabak. Las masivas manifestaciones de partidarios de Morsi llevó a los militares a decretar un estado de emergencia que les permitió arrancar una persecución sin cuartel a los líderes de la Hermandad Musulmana. Igualmente, procedieron en octubre a la disolución de la organización como ONG, obligándolos a pasar de nuevo a la clandestinidad. Estas duras medidas represivas de las fuerzas armadas en contra de las manifestaciones pro Morsi llevó a los Estados Unidos a suspender la ayuda de cientos de millones de dólares a Egipto.

¿Quién gobierna en Egipto?

Después del breve experimento democrático, el país volvió a las manos de quienes tuvieron el control por años: los militares. Sin embargo, la promesa del Gobierno interino de que a mediados de 2014 se celebrarán elecciones presidenciales y legislativas han cambiado la percepción de algunos países de Occidente.

Luego de la suspensión de la ayuda económica de los Estados Unidos por el Golpe de Estado a un presidente electo democráticamente, el secretario de Estado John Kerry, anunció este domingo en Egipto que ve signos esperanzadores para el regreso a la democracia. Con lo cual pareciera que la ayuda congelada podría reactivarse. Este giro también puede estar signado por la reciente intensificación de las operaciones militares egipcias en contra de yihadistas en la península del Sinaí y contra los túneles de contrabando en Gaza, aplaudidos también por Israel.

Un futuro incierto

La era post-Morsi ha estado caracterizada por la violencia y el derramamiento de sangre. El desalojo de las masivas acampadas en las plazas de Rabea al Adauiya y Al Nahda en El Cairo, dejando cientos de muertos y más de dos mil heridos es una demostración más de que el país está sumergido en la violencia.

A pesar de estar ilegalizados, los Hermanos Musulmanes tienen una alta influencia en la sociedad egipcia, lograda a través de la prestación de servicios sociales en centros asistenciales y educativos que le han servido para obtener apoyo popular a lo largo de varios años. En este sentido, el poder en Egipto se divide entre los militares, los Hermanos Musulmanes y un nuevo grupo que está comenzando a tener presencia, compuesto por jóvenes de la clase media que buscan más progreso que poder. La pobreza masiva que invade al país obliga a la sociedad a buscar una solución que sea incluyente de estos tres grupos dentro de la sociedad, para poder así encontrar una solución que pueda ser sostenible en el largo plazo.

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