Las milicias rebeldes han sufrido su mayor revés en Alepo. Una tercera parte de los distritos orientales que dominaban desde 2012 han caído en manos del Ejército sirio, que dio un vuelco a la guerra al quebrar el frente ofensiva para partir en dos el frente insurgente de Alepo. Las defensas de la oposición se han desmoronado en el noreste de la ciudad tras la ofensiva general del régimen, jalonada en las dos últimas semanas de incesantes bombardeos aéreos. El asedio al que han sido sometidos desde julio ha acabado debilitando a los insurgentes. Sin municiones, sin alimentos, sin hospitales, sin combustible… sus días de resistencia en Alepo parecen estar contados.