Sensores mejorados para acelerar hacia la conducción autónoma

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El gran reto de la conducción autónoma, la que está llamada en ser la base de la movilidad del futuro a base de vehículos sin conductor, es desarrollar sensores más fiables, asequibles y de un tamaño fácil de integrar en la carrocería. Una vez más, llega desde Israel una compañía cuya tecnología puede suponer un importante paso adelante en este campo. Se trata de Oryx Vision, que recientemente acaba de finalizar una ronda de financiación en la que ha conseguido levantar 50 millones de dólares.

En efecto, la israelí Oryx Vision ha recaudado en una ronda de financiación de serie B esos 50 millones de dólares por parte de Third Point Ventures y WRV, con lo que podrá impulsar el desarrollo y comercialización de su innovadora tecnología LiDAR, diseñada para ser tan simple como una cámara digital con mayor fiabilidad y sensibilidad que los LiDAR convencionales de la actualidad. Yodo ello logrado con un coste muy asequible.

LiDAR es el acrónimo en inglés de ‘Light Detection and Ranging’ o también ‘Laser Imaging Detection and Ranging’, es decir, un sensor que detecta y mide distancias y formas de objetos emitiendo señales, que pueden ser haces láser o luminosos. En los automóviles con algún grado de conducción asistida o autónoma, estos sensores otorgan una visión en 360 grados a partir de los datos que reciben y que son procesados por potentes sistemas computerizados en tiempo real.

El objetivo de Oryx es mejorar exponencialmente este dispositivo. El LiDAR de Oryx no tiene partes móviles y utiliza antenas en lugar de fotodetectores para recuperar la información del alcance y velocidad de los puntos de luz en los escaneos de alta resolución del entorno del vehículo. Oryx asegura que su método exclusivo significa que el sistema es “un millón de veces más sensible” que los LiDAR existentes, y también es capaz de lidiar mejor con las interferencias producidas por la luz solar y de otros LiDARs en funcionamiento en la carretera.

Esta startup israelí subraya que el nivel de rendimiento que su tecnología puede lograr es “imposible con las tecnologías existentes”, y también está diseñado en un formato integrado mucho más robusto gracias a su falta de partes móviles complejas. Ese tipo de diseño en su apartado físico es muy interesante para todo tipo de sistemas de movilidad, donde resulta clave ofrecer un rendimiento consistente en el tiempo y en una amplia gama de condiciones ambientales, para conseguir una certificación favorable para su uso en carretera.

Oryx comenzó a trabajar en su propio prototipo hace seis años, y ahora está preparada para entregar unidades funcionales listas para ser probadas en automóviles reales. Estas pruebas podrían comenzar en la segunda mitad del próximo año. Tanto para los procesos de desarrollo del sistema como para la apertura de líneas de colaboración comercial, Oryx contará con la ayuda de Bessemer Venture Partners, Maniv Mobility y Trucks VC, compañías que también han acudido a esta última ronda de financiación y que abren la posibilidad de trabajar con fabricantes de automóviles y proveedores del sector.[:]