Unas 25.000 personas salieron de la ciudad iraquí de Ramadi, que el domingo fue ocupada por las fuerzas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según ha destacado la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un comunicado, la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) precisó que es el segundo éxodo masivo en este mes desde esa ciudad, luego de semanas de intensos combates entre milicias de EI y fuerzas aliadas al gobierno de Assad.
La OCHA destacó que la mayoría de las personas que huye de Ramadi, con una población estimada en 700.000 habitantes, se dirige a Bagdad, donde tratan de ingresar por los cruces de seguridad.
El organismo advirtió que varias agencias de la ONU se apresuran a brindar asistencia humanitaria de emergencia a las personas que huyen de Ramadi, pero que los fondos para estos propósitos se están terminando.
En respuesta a la petición del gobierno de Irak, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha distribuido miles de raciones de comida suficientes para tres días, en varios puntos de la ruta del éxodo, así como en campos para desplazados.
Otras agencias, como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Consejo Noruego para los Refugiados o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también han distribuido agua y provisiones vitales, agregó la OCHA. En el último mes, las agencia de la ONU y sus socios han ofrecido asistencia a 130.000 personas que han huido de Ramadi por la ofensiva de los yihadistas del EI.
Actualmente, unos 2,5 millones de desplazados por la violencia en Irak requieren asistencia humanitaria para subsistir, por lo que el organismo lanzará un llamamiento para recibir nuevo financiamiento de la comunidad internacional para sus operaciones en ese país.
"Nada es más importante ahora que ayudar a la gente a escapar de Ramadi. Están en problemas y necesitamos hacer todo lo posible para ayudarlos", dijo Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU.
La funcionaria apuntó que miles de personas permanecen a la intemperie porque las agencias de la ONU no pueden ofrecerles más. "Abandonar a las víctimas de violencia es impensable. Tenemos que hacer más", aseguró Grande.