Ankara busca romper el control territorial de las milicias kurdas, una comunidad que se extiende por cuatro provincias del norte sirio frente a la frontera turca. Son aliados de Estados Unidos fueron duros combatientes contra la organización terrorista del ISIS.
Desde que comenzó la ofensiva 85 combatientes kurdos murieron así como 81 milicianos aliados a Turquía, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Aunque el gobierno turco aseguró que las operaciones sólo están dirigidas hacia objetivos militares, 67 civiles, entre ellos 20 niños, murieron en los bombardeos.