El régimen sirio y sus aliados rusos e iraníes quieren arrebatar toda la parte Este de Alepo a las milicias rebeldes e islamistas antes de que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, tome posesión del cargo el próximo 20 de enero, según un alto cargo militar sirio citado por la agencia ‘Reuters’ que asegura que este calendario cuenta con el visto bueno de Rusia.
Moscú y Damasco pretenden evitar así los riesgos de un posible cambio en la estrategia estadounidense en Siria, aunque Trump se ha mostrado dispuesto a cooperar con Vladimir Putin, lo que conlleva interrumpir el suministro de armamento por parte de Washington a ciertas milicias rebeldes