Un sorprendente aliado contra el coronavirus: el ozono

El ozono (gas que se encuentra en la atmósfera, pero que también se produce sintéticamente) puede desinfectar de Covid-19 habitaciones enteras, incluyendo todos los objetos que allí se encuentran, según lo demuestra un estudio israelí.

Se sabe que el SARS-CoV-2 puede permanecer activo sobre superficies durante varias horas e incluso días, dependiendo de la naturaleza de la superficie y de las condiciones ambientales. Esas son malas noticias.

Las buenas son que investigadores de la Universidad de Tel Aviv han demostrado que el ozono, que hace tiempo se usa como agente antibacteriano y antiviral en tratamiento de aguas, también desinfecta superficies de coronavirus después de que estas hayan sido expuestas a bajas concentraciones del gas.

El estudio, liderado por la doctora Inés Zucker, de la Escuela de Ingeniería mecánica de la Universidad de Tel Aviv, buscaba investigar las cualidades del ozono como desactivador del SARS-CoV-2 en interiores.

 

Del uso en el agua al uso en el aire

 

“El ozono es la capa fina de la atmósfera terrestre que nos protege contra de los efectos dañinos de la radiación UV del sol. Sin embargo, el ozono es también un fuerte antioxidante y desinfectante que se usa en tratamiento de agua y aguas residuales”, explicó Zucker. Y los investigadores decidieron adaptar los mecanismos que usa el ozono para descomponer los contaminantes orgánicos de aguas contaminadas e intentar demostrar la esperada eficacia del gas en la neutralización del coronavirus en el aire y sobre superficies.

“Y funcionó. En pocas semanas hicimos muchos experimentos y lo confirmamos: acaba con el coronavirus en pocos minutos”, explicó Inés Zucker.

Los resultados preliminares han sido publicados en la revista académica Environmental Chemistry Letters.

 

¿Cómo se aplica?

El gas ozono es generado por descarga eléctrica, durante la cual las moléculas de oxígeno se reconstruyen en la forma de moléculas de ozono.

“Y lo interesante es que este método, a diferencia de otros desinfectantes como la lejía, es que desinfecta no solo el espacio, el aire, sino también rincones a los que no se llega limpiando, por debajo de los muebles, los pomos de las puertas, en fin, todo, porque se mezcla con el aire”, especificó la ingeniera.

Zucker indicó que el método requiere tecnología que ya existe y que, además, no es cara. Sugirió su uso en la desinfección de hospitales, escuelas, hoteles, aviones y salas de cine y teatro, por ejemplo, donde podría ser introducido en los sistemas de desinfección a escala industrial y acabar con el Covid-19 en espacios cerrados.

La investigadora imagina que podría colocarse en un carrito el aparato generador de ozono y con una manguera rociarlo en una habitación vacía de personas. “No es conveniente respirar el ozono, pero al ser muy reactivo, se disuelve rápidamente, así que, tras una hora del rociado, ya habrá desaparecido y no causará daños”.

Zucker llevó a cabo el estudio en colaboración con el doctor Moshe Dessau, de la Facultad de medicina Azrieli de la Universidad de Bar Ilán, y Yaal Lester, del centro universitario Azrieli en Jerusalén.

Tel Aviv, 17 de febrero de 2021.

 

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Para entrevistas o documentación adicional pueden contactar a Bertha Merikanskas bertha@fuentelatina.org 

Para entrevistas o documentación adicional pueden contactar a Rafael Aníbal Rafael@fuentelatina.org 

 

 

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