Tras la tensión entre Irán y Arabia Saudí por la ejecución de un clérigo chií –
[Protesta cerca de la embajada saudí en Teherán. EFE/EPA]
EFE – El Gobierno qatarí llamó este miércoles a consultas a su embajador en Irán “tras los asaltos a la embajada saudí en Teherán y el consulado en (la ciudad iraní de) Mashhad”, informó el Ministerio catarí de Asuntos Exteriores a la agencia oficial de noticias, QNA.
El anuncio fue realizado por el director del Departamento de Asia del Ministerio catarí de Exteriores, Jaled bin Ibrahim al Hamar.
Los asaltos “representan una violación de las cartas internacionales y las normas que enfatizan la protección de las misiones diplomáticas y su personal”, añadió.
Tras los pasos de Bahrein, Sudán y Kuwait
Tras los asaltos del pasado sábado, Arabia Saudí decidió el domingo romper sus relaciones con Irán y dio 48 horas a los diplomáticos de ese país para abandonar el reino, algo que llevaron a cabo este miércoles.
Precisamente, el Gobierno iraní instó este miércoles a las autoridades saudíes a relajar la tensa situación entre ambos países y a abandonar su hostilidad hacia Teherán, en un día en el que los diplomáticos iraníes en Arabia Saudí abandonaron Riad.
Paralelamente a las llamadas a a calma de Teherán, la delegación saudí ante la Liga Árabe explicó este miércoles en El Cairo que con su decisión de romper los lazos diplomáticos pretende demostrar la “firme” posición de Riad para “repeler las “prácticas hostiles” de Irán contra Arabia Saudí y sus aliados.
Otros gobiernos suníes como los de Baréin y Sudán dieron el mismo paso y cortaron sus lazos diplomáticos con Irán, al que acusaron de injerir en los asuntos internos de los países de la región.
Por su parte, el Ejecutivo de Emiratos Árabes Unidos (EAU) redujo su representaciónoficial en Irán al nivel de encargado de negocios, y Kuwait, al igual que Qatar, llamó a su embajador en Teherán a consultas.
En el extremo opuesto, el presidente islamo-conservador de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha rechazado este miércoles condenar la ejecución por parte de Riad de un clérigo chií que ha desencadenado la crisis, considerando que se trata de “asuntos internos” de Arabia Saudí.
Los ataques a las legaciones diplomáticas saudíes en Irán y la creciente tensión entre chiíes y suníes en la zona se han producido debido a la ejecución, el pasado sábado, del disidente clérigo chií saudí Nimr Baqir al Nimr, a manos de las autoridades saudíes.
Al Nimr fue ejecutado junto a otros 46 condenados acusados de terrorismo, entre los que figuraban suníes radicales y algunos destacados miembros de Al Qaeda, pero también activistas chiíes.