Primera leche materna de laboratorio, y también la primera en cotizarse en bolsa

Primera leche materna de laboratorio, y también la primera en cotizarse en bolsa

La empresa de tecnología alimenticia Bio Milk se ha convertido en la primera que cultiva leche materna y la primera en cotizar en bolsa, y su comercialización está cada vez más cercana.

Bio Milk está intentando hacer con la leche lo que empresas como Beyond Meat hacen con la carne: desarrollar el producto en el laboratorio y ganarse compradores a quienes les importe, además de la calidad, reducir drásticamente la huella de carbono. Los inventores señalan como objetivo primordial de su empresa que el alimento pueda llegar quien no puede consumir la tan preciada leche materna, cuyos beneficios de salud son innegables según la Organización Mundial de la Salud.

La startup se fundó en 2018 basada en los conocimientos de 10 años de investigación de las doctoras Marganit Levy y Nurit Argov Agraman de la Universidad Hebrea de Jerusalén sobre el proceso de producción de leche.

La compañía tiene diversas patentes de producción en laboratorio de réplicas de leche de diversos animales de granja y produce la leche en sus laboratorios, sin aditivos de plantas ni sintéticos, en un proceso que no es cruel para con los animales y mucho más sostenible que la actual industria láctea, según informa la empresa.

 

La tecnología que lo logra

 

Unas 50 voluntarias postparturientas donan unos 50 ml. de leche materna, que es transferida a la empresa para separar las células que producen la leche y utilizarlas para producir los principales componentes de la leche maternal.

El método es el siguiente: los investigadores aíslan las células productoras de leche que son transferidas a un biorreactor donde son expuestas a un cóctel de materiales (una de las patentes de la compañía) que les permite producir leche y no reproducirse a si mismas.

“En el cartón de leche normal hay un 90% d agua, proteínas y azúcares. Las otras empresas de leche crean una proteína dentro de la misma leche. Nosotros creamos de cero todos los elementos del vaso de leche”, explicó Nethaniel Benchemhoun, encargado de ventas en Bio Milk.

“Creamos un ambiente que es el más parecido a la naturaleza. Cultivamos las mismas células que están en el seno y les creamos un ambiente en donde crecen,” agregó.

“La leche de la madre humana en cultivo es algo que no existe. El bebé que nace tiene dos opciones, o que su madre quiere y puede amamantarlo y recibe la mejor cosa que hay en la naturaleza, y a veces, mucha, sucede que no reciben y hay que darles la imitación, que son los polvos. Nosotros ofrecemos la tercera opción, que es lo más cercano a la leche de madre”, concluyó Benchemhoun.

Ahora Bio Milk se cotiza en la bolsa de Tel Aviv, (TASE) y Nasdaq es el siguiente paso, calculan que se podrá empezar a comercializar en dos años.

 

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