Presión internacional para atajar la amenaza global que representa Estado Islámico

Las potencias occidentales empiezan a reaccionar ante la amenaza global que supone el avance yihadisa de Estado Islámico en Irak y Siria, y que apunta a extender el terror hacia otras regiones de Oriente Medio e incluso atacar a Europa y Estados Unidos.

Así lo han apuntado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, quienes afirmaron que “no serán intimidados” por los yihadistas, que asesinaron a dos periodistas estadunidenses en Siria.

“Vamos a ser lo más fuertes en la defensa de nuestros valores, sobre todo porque un mundo de mayor libertad es parte fundamental para proteger a nuestros pueblos”, señalaron en un artículo conjunto que publica el diario Times de Londres.

El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, abundó en esta posición: “Estados Unidos perseguirá hasta las puertas del infierno” al grupo radical Estado Islámico para que responda por la muerte de los periodistas Steven Sotloff y James Foley.

La amenaza yihadista y la situación en Ucrania centrarán los debates de la cumbre de la OTAN que se celebra en la ciudad galesa de Newport. El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, subrayó que la comunidad internacional “tiene la obligación de parar” a los yihadistas del Estado Islámico.

El primer ministro británico, David Cameron, dijo que “no descarta” sumarse a los ataques aéreos de Estados Unidos contra el Estado Islámico en Iraq, si bien subrayó que no es su prioridad y remarcó que su principal estrategia es ayudar a los grupos que, como los kurdos, combaten al “sobre el terreno”.

En la misma línea, el presidente de Francia, Francois Hollande, dejó abierta la puerta a que su país emprenda una acción militar contra el grupo islamista y que según París constituye una amenaza mayor que la red Al Qaeda.

Del mismo modo, Alemania enviará suficientes armas como para abastecer a 4.000 combatientes kurdos que luchan en el norte de Irak contra los terroristas del Estado Islámico (ISIS), rompiendo con una política germana de la posguerra de no enviar armas a zonas de conflicto.

Para Matthew Olsen, director del Centro Nacional Antiterrorista de EEUU, “por temible que sea, el Estado Islámico no es invencible y está debilitado por los ataques aéreos realizados en el norte de Irak”, y añadió que “con una amplia coalición integrada por aliados internacionales, tenemos los medios de vencer al grupo yihadista”.