Personas con enfermedades hepáticas tienen mayor riesgo de morir por Covid-19

Un equipo investigador del hospital Sheba, en Israel, ha concluido que los pacientes hepáticos son más propensos a morir de coronavirus que aquellos con hígado sano.

El estudio indicó que, específicamente, las personas que padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) son tras veces más propensas a morir de coronavirus que aquellas que no sufren de ninguna enfermedad hepática.

La investigación se hizo sobre 382 pacientes al comienzo de la primera ola de la pandemia en Israel hasta finales de mayo de 2020 y los médicos que la llevaron a cabo encontraron que había por lo menos un 50% de aumento en las enzimas del hígado por diversas causas.

“Es posible que el coronavirus daña el hígado de modo similar a cómo ataca los pulmones”, indicó la profesora Ziv Ben Ari, directora del Centro de Enfermedades Hepáticas del centro médico Sheba, en la ciudad de Ramat Gan.

“También contemplamos la posibilidad de que el daño al hígado sea provocado por la medicación dada a los pacientes para tratar el Covid-19 o una reacción inmunológica causada por el virus, que causa una tormenta de citoquina que provoca la infección del hígado”.

Y el 30% de la población mundial padece enfermedades hepáticas, según los datos médicos.

 

Pacientes hepáticos, población en riesgo

 

El estudio de Ben Ari mostró que en alrededor de dos tercios de los 382 pacientes se detectó un aumento en las enzimas del hígado. “Y ese aumento era más drástico cuanto más grave la manifestación de Covid-19 en el paciente”, agregó la doctora.

El 15.4% de los pacientes estudiados tenía una enfermedad hepática crónica, y el 80% sufría de NAFLD. La ratio de muerte en estos pacientes estaba en un 16.7% en contraposición al 6.8% de aquellos que no padecían enfermedades del hígado.

Los datos indicaban también que cuanto más grave la enfermedad hepática, más probabilidades de que el paciente muriera.

Ben Ari concluyó que conviene considerar el añadir a los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas y específicamente con NAFLD en los grupos de riesgo de Covid-19, “para que reciban la vacuna entre los primeros, no importando en qué franja de edad se encuentren”, señaló.

“Esta es una enfermedad muy de nuestros tiempos”, dijo la doctora, y explicó que la padecen también niños y adolescentes, ya que el estilo de vida actual es un elemento importante en el desarrollo de la dolencia: “Demasiado tiempo pegados a las pantallas, ya sea computadora, teléfono, tablet, por trabajo o por ocio, lo cual relega el ejercicio físico. Además, la comida rápida es nefasta para esto”.

Ben Ari indicó que el hígado es el órgano más sólido y grande del cuerpo, tiene muchas reservas y que incluso se autorregenera, “por eso las enfermedades hepáticas pueden demorar años en ser percibidas y sus síntomas no son específicos”, puede manifestarse en cansancio y debilidad al principio, y tal vez falta de apetito, pérdida de peso y color de piel amarillento después. El modo de diagnosticarlo es con un ultrasonido, “pero mucho mejor no llegar a esos extremos y mantener un estilo de vida saludable”, concluyó.

 

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Para entrevistas o documentación adicional pueden contactar a Bertha Merikanskas bertha@fuentelatina.org 

Para entrevistas o documentación adicional pueden contactar a Rafael Aníbal Rafael@fuentelatina.org 

 

 

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