Desde que comenzara la actual ola de violencia palestina contra Israel, en octubre de 2015, han muerto por ataques terroristas 41 personas, incluidas las cuatro últimas víctimas mortales como consecuencia del tiroteo realizado por dos palestinos procedentes de la región de Hebrón en el mercado de Sarona, en la noche del 8 de junio.
Se registraron al menos 470 heridos en 151 ataques con cuchillos, 93 tiroteos, 43 atropellos intencionados y una bomba en un autobús. Según cifras aportadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, las víctimas mortales de estos atentados terroristas son 38 judíos israelíes, un árabe israelí, un estadounidense y un refugiado eritreo.
El ataque terrorista en la noche del miércoles 8 de junio es el más grave de los ocurridos en Tel Aviv durante esta ola de violencia, también conocida como la ‘Intifada de los cuchillos’, ya que este ha sido el medio más recurrido por los terroristas en las docenas de atentados registrados. Dos jóvenes palestinos de la región cisjordana de Hebrón llegaron al mercado de Sarona, una concurrida zona de ocio en Tel Aviv, y abrieron fuego tras tomarse algo en uno de los cafés de este recinto. La policía detuvo a ambos terroristas.
También en Tel Aviv, el 1 de enero, un árabe israelí abrió fuego en un céntrico pub en el que un grupo de jóvenes celebraba un cumpleaños. El resultado de ese atentado fue de tres muertos y siete heridos. El terrorista huyó, lo que desató el pánico en la ciudad. Fue localizado y abatido una semana después en una aldea al norte del país.
El 8 de marzo, un turista estadounidense falleció por un apuñalamiento perpetrado por un palestino, en el que resultaron heridas al menos otras doce personas. Tuvo lugar cerca de una playa en la zona del puerto de Jaffa, muy concurrida por turistas.
Incitación en la Explanada de las Mezquitas
Tras varias semanas en septiembre de 2015 en las que se registraron numerosos disturbios en la zona de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, el Monte del Templo para los judíos, a partir de la incitación de elementos radicales palestinos, e incluso de sus líderes políticos, que reclamaban que el statu quo de la mezquita de Al-Aqsa estaba amenazado por Israel, el 1 de octubre se desató la mortal ola de violencia que se prolonga hasta la actualidad.
Ese día, unos palestinos asesinaron a una pareja de colonos judíos cerca de la ciudad de Nablus, en Cisjordania. Sus cuatro hijos son testigos del crimen terrorista desde el asiento posterior del coche.
Desde entonces, la escalada de violencia afectó principalmente a Jerusalén y Cisjordania, aunque también se han registrado diversos atentados en otros puntos del país. En los últimos meses se había detectado un descenso en el número de ataques palestinos. Sin embargo, se han producido atentados de gran envergadura, como el ocurrido en Jerusalén el pasado 18 de abril, con una explosión en un autobús que dejó una veintena de heridos. Este último atentado en Tel Aviv con cuatro víctimas mortales ha sido aplaudido por la organización terrorista palestina Hamas, que ha amenazado con un Ramadán sangriento.