Los propósitos de año nuevo de Kerry

Como el resto del común de los mortales parece que John Kerry ha empezado este año con una lista de nuevo propósitos y desafíos, entre los que parece destacar la paz en el Medio Oriente.

Todo apunta a que esta vez las intenciones del secretario de Estado de EEUU van más en serio que nunca, lo que haría que Kerry no quisiese dejar pasar una oportunidad que se presenta como única y que durante los últimos 12 meses ha estado a punto de fracasar en más de una ocasión.

Kerry llegó a Israel el pasado jueves con la intención de establecer un “acuerdo marco” entre las partes, en un viaje que supone el décimo de Kerry a la región en menos de un año –no sería la primera vez que una lengua viperina insinúa que sus constantes visitas están más relacionadas con el hummus de la región que la propia paz- y que demuestra el interés del líder político por la consecución de un Medio Oriente donde Israel y Palestina compartan fronteras, en un ambiente de paz y seguridad.

Si bien durante los últimos meses las filtraciones de unos y otros apuntaban a que las conversaciones estaban en punto muerto –con los temas de las fronteras, la seguridad, los refugiados y el estatus de Jerusalén como puntos irreconciliables-, la visita de Kerry esta misma semana ha abierto una nueva ventana a la esperanza.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos ya ha conseguido importantes hitos a lo largo de los últimos meses. Ahí están la liberación de presos palestinos, o que Palestina haya aceptado no acudir unilateralmente a las instituciones internacionales.

Sin embargo, las últimas semanas demostraban cierto hastío en unos y otros, hecho que habría provocado que tanto israelíes como palestinos no estuviesen dispuestos a asumir más concesiones.

En las últimas horas son muchos los que no han dudado en tildar la faena de Kerry como de ‘quijotesca’, a tenor del enorme empeño que ha puesto en esta faena. En ese sentido, ambas partes reconocen que el papel del secretario de Estado está siendo fundamental y que sin él las conversaciones ya habrían fracasado hace tiempo.

La visita de esta semana, más larga de lo habitual, pone de nuevo sobre la mesa la intención de Kerry de conseguir un acuerdo de paz antes de que acabe el segundo mandato de Obama en la Casa Blanca.

Por el momento, dos puntos que parecen levantar ampollas y que se antojan como los más difíciles de solventar: por un lado, la modificación de las fronteras de 1967 y, por otro, la aceptación por parte de los palestinos de que haya presencia israelí en el Valle del Jordán.

Si bien son ya muchos los líderes internacionales que han intentado conseguir la paz entre Israel y Palestina, ninguno lo ha hecho con las ganas y perseverancia de Kerry, algo digno de elogio. Es más, casi cabría pensar que el político estadounidense tiene entre sus propósitos de año nuevo esta hazaña, algo que no sería de extrañar visto lo visto hasta la fecha.

Leah Soibel. Nota publicada en el Diario Las Américas