Los kurdos sirios resisten el asedio de Estado Islámico en Kobani con el apoyo aéreo de la coalición

Las fuerzas kurdas defienden “ferozmente”, con apoyo aéreo de la coalición internacional, la estratégica ciudad siria de Ain al-Arab, Kobani en kurdo, frente a los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) cuya eliminación no será “ni fácil ni rápida”, advirtió Estados Unidos.

“Aunque inferiores en número y armas, los combatientes kurdos rehusan batirse en retirada y defienden fieramente la localidad ante los yihadistas del EI, en el norte del país”, afirmó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Los yihadistas se hallan a dos o tres kilómetros de esta ciudad, según indica el OSDH, que dispone de una red de fuentes en el interior de Siria. Las ambulancias transportaron a combatientes heridos a Turquía en medio de un intenso fuego de mortero.

De lograr conquistar Kobani, los yihadistas controlarían una larga franja continua de territorio en la parte norte de Siria, a lo largo de la frontera turca.

Además, los defensores kurdos de Kobani recibieron el apoyo de aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. “La coalición árabo-estadounidense efectuó al menos cinco ataques aéreos contra las posiciones yihadistas en la línea del frente” donde luchan contra los kurdos, al este y al sudeste de Kobani, según el director del OSDH.

Las Unidades de Protección Popular (YPG) son las milicias kurdas, organizadas en 2012 a partir de voluntarios, que defienden Kobani de los envites del Estado Islámico. Después de resistir exitosamente durante meses, con un primer sitio en marzo de este año que no triunfó, las YPG están exhaustas, pero resisten gracias al nuevo impulso que da la asistencia aérea.

Según el OSDH, los combatientes kurdos están dispuestos a librar “batallas callejeras” en caso de que los yihadistas rompan las líneas del frente y entren en la ciudad, donde se teme que tomen represalias contra la población.

Esta presión tan cerca de la frontera con Turquía tiene repercusiones políticas en relación al conflicto que mantiene este país con las aspiraciones kurdas. A Turquía le preocupa que las milicias YPG, vinculadas al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán, de posiciones independentistas), salgan reforzadas de esta lucha, por lo que acaban de aprobar su participación en el conflicto.

Se plantean un doble objetivo declarado: luchar contra la expansión de Estado Islámico y derrocar el régimen de Al Assad en Siria, pero la operación podría tener también como meta neutralizar a los combatientes kurdos, o al menos su permeabilidad hacia dentro de sus fronteras, teniendo en cuenta la oleada de refugiados que han recibido desde Kobani.

“Vamos a luchar eficazmente contra el Estado Islámico y todas las otras organizaciones terroristas en la región, lo que siempre será nuestra prioridad” subrayó Erdogan en un discurso en el parlamento turco, y luego agregó que “continuaremos priorizando nuestro objetivo para acabar con el régimen de Siria, para ayudar a proteger la integridad territorial de Siria y fomentar un sistema de Gobierno constitucional y parlamentario que abracen todos los ciudadanos”.