Llega La’Zooz, el anti Uber utópico

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Uber ha revolucionado el panorama del transporte en las grandes ciudades en los últimos años, tanto que ha causado enorme polémica y algunos países han prohibido el uso de esta aplicación, que pone en contacto a personas que necesitan trasladarse a algún sitio con conductores dispuestos a llevarlos a cambio de un módico precio que siempre es más económico que la factura de un taxi. Es uno de tantos desarrollos enmarcados en el fenómeno de la economía colaborativa. El problema de Uber, además de la tremenda oposición de taxistas de grandes capitales en todo el mundo y algunos gobiernos, es que aun siendo un concepto colaborativo, no deja de ser una iniciativa privada con una compañía detrás que se beneficia directamente de su uso, lo que no siempre es bienvenido entre los usuarios, que ven en la aplicación un reflejo del ‘hipercapitalismo’: a través de complejos algoritmos, Uber eleva los precios si el clima es adverso o la demanda es más alta, por ejemplo, lo que enfada a muchos.

Así es como irrumpe en escena un fenómeno anti Uber. Se llama La’Zooz y viene desde Israel. La’Zooz significa moverse en hebreo. Shay Zluf es un antiguo profesor de yoga y cofundador de esta plataforma, una especie de servicio cooperativo de transporte que pretende desbancar a Uber.

El funcionamiento es sencillo: voluntarios del servicio recogen a la gente y les llevan a sus destinos en sus coches a cambio de ‘fichas’, que luego pueden intercambiar para pagar viajes conducidos por otros. Se elimina así la variable económica del sistema.

El grupo detrás de La’Zooz habla mucho de ‘responsabilidad comunitaria’, de aliviar la congestión de las grandes ciudades, salvar el medio ambiente y de compartir de forma justa la riqueza. “Simplemente hacer una nueva aplicación no era suficiente para mí”, apunta Zluf, “lo que es importante es iniciar un movimiento”. Es lo que algunos medios han llamado la “utopía hippie de Uber”, o la “criptoalternativa descentralizada de Uber”.

Con la tecnología de Bitcoin

Para hacer el seguimiento online del intercambio de ‘karma’ entre los usuarios, el equipo detrás de La’Zooz empezó a desarrollar su propia ‘moneda’ digital en 2013, basada en la tecnología de Bitcoin y blockchain. Además de convertirse en la moneda que compensa a los conductores, estas fichas también se entregan a los cerca de 80 desarrolladores que voluntariamente prestan sus servicios para mejorar la aplicación.

Según Zluf, el coste para un usuario transportado por este servicio es una décima parte de lo que costaría en Uber. En la actualidad, esta plataforma se ha estado probando en Israel, y está ya lista para extenderse globalmente en el último tercio de este año.

Por el momento, las perspectivas de La’Zooz no van más allá de la mera utopía y aún tiene muy lejos desbancar a compañías tan extendidas como Uber y otras similares, como Gett (antes GetTaxi), también de origen israelí. Esta última ha sido la aplicación de transportes más bajada en Israel en el pasado mes de agosto en Android, mientras que Uber ocupó en el mismo periodo la décima posición. La’Zooz apenas alcanzó el top 500.

Es poco probable que La’Zooz desplace a compañías tan bien establecidas como Uber y Gett, porque su naturaleza descentralizada y su inexistente presupuesto de marketing hacen que sea muy complicado alcanzar una cierta masa crítica de conductores y usuarios que conviertan al sistema en una solución fiable. “Hay límites sobre lo lejos que un sistema descentralizado como este puede llegar”, comenta Arun Sundararajan, un profesor de la Universidad de Nueva York que ha realizado una investigación reciente sobre economías colaborativas.