Al menos 95 personas han muerto en los bombardeos aéreos llevados a cabo por la aviación del régimen de Bashar el Assad contra Raqqa, principal bastión de Estado Islámico en Siria, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Se cuentan al menos 125 heridos, decenas de ellos de gravedad, con lo que el saldo mortal sin duda aumentará.
El Observatorio, con sede en Londres, ha podido documentar, gracias a su red de informantes, los nombres de 52 de los fallecidos, entre los que hay tres mujeres y cuatro niños. Según su director, Rami Addel Rahman,fue una verdadera masacre: “la mayoría de víctimas se produjo en dos bombardeos consecutivos, el segundo de los cuales se produjo justo cuando la gente acudía a asistir a los heridos“.
La aviación siria ha efectuado diez bombardeos sobre la zona industrial, un popular mercado cercano al museo, la mezquita Al Henni y la estación de autobuses de Raqqa, señaló el Observatorio.
Las bombas han destruido 25 viviendas y más de 40 tiendas, así como el minarete de la mezquita Al Henni, que se vino abajo tras el ataque.
Raqqa permanece en poder de Estado Islámico (EI, o ISIS) desde marzo del 2013, y se sabe poco de lo que ocurre en la ciudad, aparte de la propaganda de los yihadistas. Si el régimen de El Asad había dejado en paz a los yihadistas durante meses, ahora se ha sumado a la campaña de Estados Unidos contra la organización, pero es la primera vez que bombardea a la población civil de la ciudad a semejante escala.
Sin embargo, Estados Unidos ha condenado los fuertes bombardeos de la Fuerza Aérea siria contra el bastión extremista de Al Raqqa.
“Estamos indignados por las informaciones” sobre la muerte de decenas de civiles y la destrucción de zonas residenciales, señaló la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en Washington.
Psaki acusó al régimen del presidente Bashar al Assad de perpetrar masacres constantes contra la población civil.