La paradoja de la pintura que enfría edificios al absorber el sol

[:es]La luz natural del sol pronto podría convertirse en un nuevo sistema de aire acondicionado en las viviendas. Parece un contrasentido, pero es algo innovador. Tres empresarios israelíes han  desarrollado una forma de transformar la energía del sol, una fuente de calor, en un agente refrigerante que podría ahorrar miles de millones en energía eléctrica y, consecuentemente, aportar importantes beneficios medioambientales, e incluso de seguridad.

Yaron Shenhav y Gadi Grottas, cofundadores de SolCold, y el profesor de la Universidad Hebrea Guy Ron han desarrollado un recubrimiento de alta tecnología que filtra la luz y que puede aplicarse en fachadas de edificios y otras superficies para activarse con el sol, usando sus rayos para enfriar las estructuras. De hecho, cuanto más brilla el sol, más frío alcanza, según apunta la compañía, con sede en Herzliya.

Es como si hubiera “una fina capa de hielo que se vuelve más y más fría a medida que el sol es más fuerte”, explica Shenhav. La pintura se basa en una tecnología que revierte el fenómeno natural de la energía liberada por el sol (los fotones) que es absorbida por todo lo que lo rodea, de carreteras a edificios, automóviles y almacenes.

Con la tecnología de SolCold, “el material que es impactado por un fotón emite otro de mayor frecuencia, perdiendo su propia energía y enfriándose”, según explican desde la compañía. “El calor de un edificio podría ser absorbido y devuelto como luz”, dice Shenhav. “Mientras el sol brille sobre la estructura, se enfriará continuamente”. La pintura desarrollada por SolCold consta de dos capas: la externa que filtra los rayos del sol y la interna que activamente enfría el material convirtiendo el calor en luz.

La tecnología fue probada con éxito en un laboratorio, donde la pintura aplicada consiguió enfriar un objeto, reduciendo la temperatura en 1,2 °C utilizando sólo el 1 por ciento de la energía solar con un simulador de sol.

En la etapa actual de desarrollo, la pintura es de solo color, azul claro, pero la firma cuenta con planes para ofrecer el material en una variedad de tonos. Tampoco es barato, con un coste estimado de 2 dólares por metro cuadrado, o 200 dólares para cubrir 100 metros cuadrados. Pero los usuarios verán que el producto es rentable, siempre que se aplique sobre superficies (techos o paredes exteriores) que estén expuestos al sol.

En climas cálidos, las redes eléctricas se sobrecargan cuando la gente enciende sus aires acondicionados día y noche. En Israel, la compañía eléctrica nacional emite una serie de advertencias cada verano, cuando las temperaturas pueden elevarse más de 40 °C, para utilizar los sistemas de refrigeración con más moderación, para evitar la caída de la red. Además, el coste de las facturas de electricidad también se dispara.

Estas fueron precisamente las motivaciones de Shenhav, que estaba sentado en su apartamento de Tel Aviv durante un sofocante verano, con un aire acondicionado que apenas funcionaba, cuando se le ocurrió la idea original de aprovechar la radiación solar para enfriar.

El uso de la pintura de SolCold puede ayudar a reducir el consumo de electricidad hasta en un 60 por ciento en los días más calurosos y soleados, y en los edificios de nueva construcción podrían eliminarse algunos sistemas de aire acondicionado.[:]