La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y más de 30 organizaciones humanitarias pidieron a los países de todo el mundo que acepten a más refugiados de la guerra civil siria.
La petición se hizo con motivo de una reunión organizada por ACNUR en Ginebra en la que se les pedirá a los países más ricos de fuera de la región albergar al menos a 130.000 refugiados.
Más de tres millones de sirios se han visto obligados de huir de su país y casi todos ellos viven ahora en campos de refugiados atestados de naciones vecinas.
Alemania ha dicho que se está preparando para recibir a 30.000 sirios, pero otros países han sido criticados por comprometerse sólo a recibir a unos cuantos cientos de personas.
“Las necesidades humanitarias en el mundo crecen y crecen exponencialmente. Es obvio que los fondos disponibles para estas necesidades no crecen, no crecen en la misma medida. No sólo los recursos disponibles para atender estas necesidades son menores sino que el acceso a estos fondos es más restringido en la forma en la que los podemos utilizar para estas necesidades”, explica el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres.
La mayoría de los refugiados sirios malvive en campamentos en Jordania, Líbano o Turquía. La falta de financiación ha provocado la suspensión del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la zona. La primera consecuencia, la retirada de los vales de comida.
Según Amnistía Internacional (AI) en un informe, 3.8 millones de sirios escaparon y se registraron como refugiados en cinco países (Turquía, el Líbano, Jordania, Irak y Egipto) y que sólo 1.7% de ellos ha sido reubicado en otros estados desde que comenzó el conflicto hace más de tres años y medio.
Apunta AI que las naciones del Golfo Pérsico no se han ofrecido para albergar un solo refugiado sirio, Rusia y China han actuado de manera similar y los estados europeos, exceptuando Alemania, se han comprometido a alojar “un insignificante” 0.17% de los desplazados por la guerra.
Esta organización asegura que la falta de apoyo internacional ha tenido “consecuencias desastrosas” en los cinco principales países de acogida. Por ejemplo, Turquía, Líbano y Jordania han impuesto severas restricciones a la entrada de personas refugiadas en los últimos meses y han dejado a muchas atrapadas en Siria, “en grave peligro de sufrir abusos a manos de las fuerzas gubernamentales o del grupo autodenominado Estado Islámico y otros grupos armados”.