Durante los ataques de Hamas perpetrados en 2008 y 2009 las muertes eran incesantes ya que no había forma de parar los ataques aéreos. El Iron Dome (la cúpula de hierro) supone un orgullo para las Fuerzas de Defensa de Israel, que llevan interceptados con éxito más de un millar de proyectiles lanzados contra su territorio.