Aviones militares de la coalición militar que lidera Arabia Saudí han atacado este jueves posiciones de los milicianos hutíes en las localidades de Adén e Ibb y en los alrededores, según han relatado varios residentes. Además, los enfrentamientos se reanudaron entre insurgentes y fuerzas leales al presidente exiliado.
Los ataques llegan después de que la coalición anunciara el fin de su campaña de bombardeos contra los hutíes aunque un portavoz de las autoridades de Riad aseguró posteriormente que seguirían atacando a los milicianos sublevados cuando fuera necesario.
Las hostilidades reflejan lo difícil que será encontrar una solución política a la guerra, surgida en medio de la animosidad existente entre las potencias del Golfo Pérsico, Arabia Saudita e Irán.
El anuncio del martes de Riad de que pondría fin a casi un mes de ataques aéreos contra los rebeldes hutíes (aliados de Irán), generó reacciones positivas de la Casa Blanca y Teherán.
Sin embargo, horas más tarde, los ataques aéreos se reanudaron y la Cruz Roja Internacional describió la situación como "catastrófica".
El movimiento rebelde hutí expresó que deseaba regresar a las negociaciones de paz mediadas por Naciones Unidas, pero solo tras una suspensión total de los ataques aéreos. El secretario general de la ONU Ban Ki-moon dijo que la organización "está lista" para retomar la mediación.
El embajador saudí en Washinton, Adel Al Jubeir precisa que los bombardeos seguirán: “Los hutíes debe tener presente que vamos a seguir utilizando la fuerza para mantener a Yemen a salvo de sus acciones agresivas”
En Saná varios centenares de manifestantes prohutíes protestaron por los nuevos bombardeos de la coalición encabezda por Arabia Saudí. Proclamaron lemas y amenazas contra el régimen Saudí.
Según los datos difundidos por el Ministerio yemení de Sanidad, en manos de los hutíes, el mes de ofensiva aérea de la coalición ha causado la muerte de 951 civiles, entre ellos 134 menores de edad y 95 mujeres, así como heridas a otras 3.943 personas.