Los yihadistas del grupo Estado Islámico se apoderaron el lunes por la noche de tres barrios en el este de Kobane, estratégica ciudad kurdo siria en la frontera con Turquía.
“Tomaron la ciudad industrial, Maqtala al Jadida y Kani Araban, en el este de Kobane, tras violentos enfrentamientos” contra los combatientes kurdos, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los yihadistas, que buscan hacerse con el control de esta ciudad desde hace tres semanas, habían entrado pocas horas antes.
Anteriormente, responsables kurdos sirios habían confirmado la entrada de los extremistas en esta localidad, donde tomaron un hospital en su parte oriental, que había sido evacuado previamente, por lo que estaba vacío.
El Observatorio agregó que cientos de personas han huido de Kobane en dirección a la vecina Turquía, donde, según el testimonio de jóvenes kurdos, los guardias turcos han atacado a algunos desplazados acusándolos de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla independentista kurdo turca. Dicha organización es considerada un grupo terrorista por el gobierno en Ankara.
El Estado Islámico inició la ofensiva contra Kobane el pasado 16 de septiembre y, desde entonces, su avance ha sido imparable pese a los bombardeos aéreos de la coalición internacional liderada por EEUU en sus inmediaciones.
Un esfuerzo humanitario está en marcha para evacuar a los pocos miles de civiles que quedan en Kobane. De lograr su toma definitiva, el grupo yihadista lograría dominar un largo tramo de la frontera entre los dos países. Se calcula que más de 160.000 sirios, principalmente kurdos, han huido de la ciudad desde hace semanas.
Por otra parte, varios barrios de Estambul y numerosas ciudades del sureste de Turquía han vuelto a ser escenario de violentas manifestaciones ante la inminente toma de Kobane. Reprochan al Gobierno su pasividad ante el asedio y su negativa de permitir que llegue ayuda humanitaria y militar turca a esa ciudad siria.
Las milicias kurdas son las que están presentando una mayor oposición al Estado Islámico en Siria e Irak, donde los extremistas proclamaron un califato en junio. Los kurdos sirios se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka y en las regiones de Afrin y Kobane, en Alepo, y suponen el 9% de la población del país.
Al menos 400 personas han muerto durante las tres semanas de enfrentamientos entre los milicianos de Estado Islámico y combatientes kurdos en torno a la localidad de Kobane, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Combatientes de ambos bandos así como civiles han muerto en los enfrentamientos. La organización ha señalado que ha podido documentar 412 muertes de fuentes sobre el terreno, pero la cifra real probablemente sea el doble.