Israel reitera su preocupación y da la voz de alarma ante la evolución de las negociaciones con Irán. Lo ha hecho tras un acuerdo nuclear que considera una amenaza y lo vuelve a hacer ahora con el paso dado por Rusia de vender misies al régimen.
"En lugar de solicitar que Irán desista de sus actividades terroristas en Oriente Próximo y el resto del mundo se le permite armarse con armamento avanzado que sólo incrementarán sus agresiones", ha dicho el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Yuval Steinitz.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha firmado este lunes un decreto que levanta la prohibición de enviar un sistema S-300 a la República Islámica, menos de dos semanas después de que Irán llegase a un principio de acuerdo nuclear con el Grupo 5+1 (integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).
Tras ello, el ministro de Defensa iraní, Husein Dehghan, ha defendido que la entrega de sistemas de misiles contribuirá a la "estabilidad" regional, a pesar de las dudas que ya ha manifestado el Gobierno de Estados Unidos.
Para Dehghan, el acuerdo entre Moscú y Teherán demuestra la "voluntad política" de los dos países para "desarrollar y promover los niveles de cooperación en todos los ámbitos". "La expansión de la cooperación en los dos sentidos y el desarrollo de las alianzas con otros países vecinos puede ser efectivo para la estabilidad y la seguridad en la región", ha justificado el ministro, según los medios del país.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha defendido el carácter defensivo del sistema de misiles y ha recordado que la suspensión del contrato privó a Moscú sin "grandes sumas" de dinero. "No vemos la necesidad de continuar con esto dado el progreso en las conversaciones con Irán y a la naturaleza absolutamente legítima del acuerdo", ha apostillado.
Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos ya ha admitido que tiene dudas. La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, ha informado de que el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry, ha trasladado estas inquetudes a su homólogo ruso.
Pese a ello, Washington no cree que esta iniciativa pueda perjudicar las actuales conversaciones con Irán en materia nuclear. Las partes se han dado hasta finales de junio para pactar un acuerdo definitivo que permita resolver todas las cuestiones pendientes.
En cualquier caso, el citado acuerdo ha sido criticado contundentemente por Israel, que ha asegurado que su concreción pone en peligro su existencia, y por el Partido Republicano de EEUU, que lo considera una concesión de Obama al régimen de los ayatolás.