Tras la oleada de apuñalamientos de palestinos a israelíes en las últimas dos semanas, los cuatro ataques cometidos ayer en sólo dos horas provocaron la muerte de tres civiles israelíes, heridas a más de 20 y una serie de medidas de choque tomadas esta madrugada por el gabinete de seguridad. Por ejemplo, reforzar el amplio despliegue policial con el envío de soldados (no pertenecientes a unidades de combate) a centros urbanos y carreteras, autorizar a la Policía “cerrar o rodear áreas de violencia e instigación en Jerusalén de acuerdo a las consideraciones de seguridad” o enviar de forma inmediata 300 guardias de seguridad para proteger los medios de transporte de la Ciudad Santa.