El Mediterráneo oriental, foco histórico de conflictos, oculta grandes reservas de gas. En presencia del comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, los Gobiernos de Israel, Chipre, Italia y Grecia respaldaron en Tel Aviv un proyecto de gasoducto para conectar con Europa los yacimientos marítimos del Levante en 2025. Líbano, que disputa al Estado hebreo una franja marítima, ha convocado a su vez un concurso internacional para la explotación de hidrocarburos.
La conducción submarina anunciada tendrá unos 2.000 kilómetros de longitud —atravesará además Chipre, Creta y el territorio continental griego— y un coste estimado en 6.000 millones de euros.