Israel ha enterrado el lunes a los cuatro soldados arrollados por un camión el domingo en Jerusalén Este. Tres mujeres y un hombre, además de 17 heridos, en un ataque que las autoridades israelíes achacan al autodenominado Estado Islámico.
Uno de los funerales tuvo lugar en el cementerio militar del monte Herzl, en Jerusalén, mientras que los otros se desarrollaron en otras localidades de Israel.
El que ha sido uno de los ataques más violentos de los últimos meses ha incrementado la tensión entre israelíes y palestinos y despertado el fantasma de la autoría del Dáesh por las similitudes con los atentados de Niza y Berlín.
