Pese a las importantes bajas que sufrió desde su intervención en la guerra siria, Irán sigue afianzando su apoyo al régimen de Bashar al Assad. Actualmente Teherán envía cerca de 25.000 combatientes chiitas, en su mayoría reclutas de Afganistán y Pakistán, según lo manifestado por Avi Dichter, presidente del Comité de Relaciones Exteriores y Defensa de Israel.