El miedo a que las Unidades de Movilización Popular en el kurdistán iraquí-respaldadas por Irán- quieran llevar a cabo una limpieza étnica se ha extendido entre los kurdos, como ya ha ocurrido en el pasado.
En la últimos días, decenas de miles de kurdos de la provincia de Kirkuk o de la vecina Nínive han huido a Erbil o las otros dos capitales de provincia del Kurdistán, Dohuk y Suleimaniya, debido a la campaña militar de las fuerzas iraquíes y sus aliados chiíes para recuperar el terreno perdido. En la ciudad de Kirkuk, aparentemente, no queda más que un cuarto de la población.