Inteligencia artificial creada por israelíes y colombianos informa sobre la calidad del café
Una empresa emergente formada por emprendedores de Israel y Colombia ha desarrollado una tecnología que toma información de un sensor que identifica la composición química de los granos verdes del café y, usando inteligencia artificial, emparejan la lectura del sensor con un sabor de café. Pretenden revolucionar el mercado del café.
Hace no tanto tiempo el café era el café mañanero simple y el de después del almuerzo, sin embargo, en los últimos años esta bebida se ha sofisticado y convertido en una mercancía parecida al vino.
“Yo cuando era soldado bebía en el Ejército café negro y eso era café para mí”, expone Eliran Lazar, vicepresidente de Demetria, “pero desde entonces la evolución del café ha sido muy interesante, empezaron las cápsulas, las diferentes calidades, precios, orígenes, mezclas, características…y todo eso desde el lado del consumidor, porque en el lado del cafetero nada ha cambiado en siglos”.
Y ahora, cuando la inteligencia artificial penetra todas las industrias, incluida la alimentaria, para descubrir y desarrollar nuevos sabores en bebidas y comidas, no podía ser menos en el exótico mundo del café.
El saber cafetero de Colombia se unió a los avances tecnológicos israelíes en la creación de un aparato portátil que con sus sensores de huellas digitales para granos de café hace, según sus inventores, que tostadores y productores puedan evaluar la calidad y el sabor del café en cualquier estado del proceso de producción.
¿Cómo funciona?
El sensor utilizado por Demetria no es nuevo, lleva 40 años en el mercado, y en los últimos años se han podido miniaturizar, se han hecho más baratos y se pueden conectar a la nube. De este modo se puede recoger una gran cantidad de datos, almacenarlos y analizarlos.
Eso hicieron para alimentar a su inteligencia artificial. “Nuestro escáner utiliza sensores portátiles de infrarrojo cercano (NIR) para leer la huella digital espectral de los granos de café verde”, explica Lazar. “Y esto es así porque los diferentes colores y longitudes de onda del espectro de luz reaccionan diferente a cada componente orgánico presente en el café, logrando representar toda la composición orgánica de los granos”.
La inteligencia artificial traduce los datos NIR al lenguaje sensorial comprensible.
Hasta ahora el sabor y calidad del café se sabía gracias a un proceso lento de catadores estudiando el grano, oliendo, tocando… y ellos siguen siendo la fuente principal de información del grano, lo que Demetria propone es que con los datos recogidos de las lecturas de sensor y de las pruebas manuales de los catadores, un calibrado de la inteligencia artificial para que se ajuste a una huella digital espectral específica de un perfil de sabor inconfundible.
“Hemos hecho una estandarización de los datos, existe un estándar mundial de cómo debe saber el café, hay un protocolo, y nosotros tomamos el protocolo y lo convertimos en digital para que los cultivadores puedan saber exactamente qué tienen entre manos mejoren su proceso de cultivo si es necesario, en definitiva, para que tengan más control”, detalla Lazar.
MIRA TAMBIÉN: