“Tiempo de victorias”. Ese ha sido el eslogan elegido por el partido-milicia chií libanés Hezbolá en la conmemoración del décimo aniversario de la última guerra con Israel, que festejó el sábado pasado. El plural, “victorias”, recuerda que son dos los enemigos que combate ahora: Israel y los yihadistas. La celebración, a la que acudieron decenas de miles de seguidores, tuvo lugar en Bint Jbeil, a seis kilómetros de la frontera con Israel.
El evento, recuerda que la milicia mantuvo una guerra abierta contra el Ejército israelí durante décadas y cuya última batalla libró en 2006 en este frente sur hoy estanco. Pero es hacia el este, rumbo a Siria, donde ahora se dirigen estos milicianos para luchar junto a las tropas del régimen de Bachar el Asad. Hezbolá parece abandonar progresivamente su papel de Estado dentro del Estado en el territorio libanés para expandir sus miras como milicia transnacional que combate en Siria y, según sus líderes, también en Irak y Yemen.