Hezbolá en Colombia, más activa de lo que se creía
Según el diario colombiano El Tiempo la organización terrorista chiita libanesa Hezbolá planeaba asesinar a un empresario israelí en Bogotá para vengar la muerte del general iraní Qassem Soleimani, sucedida en enero de 2020.
En esta ocasión, el golpe fue abortado antes de que fuera llevado a cabo. Aparentemente el israelí objetivo de los asesinos es un exdiplomático y exoperativo del servicio de inteligencia exterior Mosad quien tiene una empresa tecnológica en Colombia. Se sabe que agentes de inteligencia israelíes visitan el país de manera frecuente en los últimos tiempos por temores a que albergue actividad terrorista.
Y si bien es conocido que el proxi de Irán es activo en Venezuela y mantiene lazos cordiales con su gobierno, no era evidente que Colombia fuera también una base de actuación del grupo terrorista.
Colombia preocupada
El informe periodístico del diario se publicó poco después de que el gobierno colombiano dijera que vigila las actividades de Hezbolá y de que lo acusara de “actividades criminales” en el país.
Es más, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, ha señalado algo que debe estar en la mente de muchos conciudadanos: el riesgo de que Hezbolá, en el lado venezolano de su frontera, con sus lazos con el narcotráfico y el terrorismo, genere serios problemas para la seguridad nacional colombiana.
De hecho, hace años que Colombia acusa a Venezuela de dar refugio y apoyo a guerrillas que luchan contra el gobierno de Bogotá.
No hay que olvidar tampoco que Colombia tiene una importante comunidad libanesa y, además de la manifiesta presencia de Hezbolá en Venezuela, la organización también actúa en otros países latinoamericanos y se la acusa, al igual que a su patrón Irán, del ataque de 1994 que mató a 85 personas e hirió a cientos en un centro judío de Buenos Aires.
Si como relataba el informe del diario se cree que Hezbolá pretendía usar a miembros de las FARC (Frente Armado Revolucionario de Colombia), entrenados en Venezuela, para atacar al israelí como venganza por la muerte del general iraní Soleimani, esas son malas noticias.
Los operativos dirigidos por Hezbolá no solo espiaron durante meses al israelí para asesinarlo, sino también a ciudadanos estadounidenses en Colombia.
Significa que la ideología antiisraelí es informe y cualquier grupo debidamente convencido y financiado por sus patrones puede abanderar esa causa. Ahora han sido las FARC, aunque sin éxito. ¿Qué vendrá después?
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