Yosef Cohen es un fotógrafo mexicano afincado en el corazón de Jerusalén, ciudad en la que fotografía a sus personas y personajes.
Cohen dice que nadie está por casualidad en esta metrópoli que a nadie deja indiferente, e insiste en que no solo sus habitantes tienen motivos poderosos para vivir allí, sino también los turistas tienen razones nada ligeras para visitarla. Y se trata de la religión y la espiritualidad, tan dominantes en Jerusalén, pero no solo, según el retratista. El fotógrafo señala que el arte está muy presente en esta ciudad, en sus calles empedradas, en las escuelas, centros e instituciones, lo cual la convierte en una ciudad cargada, energética y vibrante.
Y puesto que Jerusalén está saturada de una energía especial, la que portan las personas que la habitan, los rostros de los jerosolimitanos, de nacimiento, adopción o de paso, son también especiales a ojos del fotógrafo. Cohen se pasea por las callejuelas y rincones y captura miradas y gestos e invita a sus elegidos a ser retratados en su estudio.
En su instagram (@jcohen_ig) se pueden ver sus profundos retratos, de niños, adultos, laicos, religiosos, sonrientes, con anteojos… e intuir la esencia de aquellas personas tras el retrato. Cohen fotografía siempre en blanco y negro y uno de sus últimos trabajos ha sido una colección de ojos en la que se dedicó a sacar de contexto esa parte del rostro de las personas e incluso formar parte de retrato, ya que su reflejo aparece en la pupila de los fotografiados.
No se sabe si los ojos pertenecen a un hombre o a una mujer, si a los lados de la cara hay unos rizos de ortodoxo o un cabello con rastas, ni siquiera de qué color exacto es el iris, y eso es precisamente lo que buscaba el fotógrafo.
