Estudio israelí preliminar indica que el cannabis es eficaz para niños con epilepsia grave
El primer metaanálisis de miles de pacientes pediátricos tratados con cannabis se realizó en la Universidad Hebrea de Jerusalén, indica que el cannabis es muy eficaz para epilepsias pediátricas incontroladas, también para efectos secundarios de la quimioterapia, pero indica que más estudios son necesarios de manera urgente
El metaanálisis demostró que el aceite de CBD, uno de los componentes del cannabis, podría reducir las convulsiones al menos un 50% en niños que padecen epilepsia incontrolada, el síndrome de Dravet, resistente a las medicaciones existentes.
También probó que es un paliativo eficaz para los efectos secundarios de la quimioterapia en niños, pero al tiempo indicó que según en qué dosis, puede afectar a la salud mental y física de los menores.
El estudio, dirigido por el profesor Ilan Matok de la escuela farmacéutica de la Universidad Hebrea y el doctorante Nir Treves, buscaba comprobar la calidad de los estudios hechos hasta ahora sobre el uso de cannabis en niños, que son, según Matok, muy escasos.
El equipo examinó miles de casos pero se centraron en siete estudios clínicos hechos sobre aproximadamente 500 pacientes menores de 18 años. La revision llevó a los investigadores a sistematizar los efectos tanto positivos como negativos asociados con el consumo de cannabis medicinal en este grupo de edad.
“Para algunos la mejora fue muy significativa”, señaló Treves en comunicado. “Redujo las tasas de convulsiones para muchos niños en más del 50%”, agregó.
Cannabis aún con estigma
“Pero como el cannabis no es todavía un medicamento con licencia, se ha restringido su uso en niños por sus connotaciones negativas y no hay suficientes estudios realizados para saber si es apropiado para niños”, señaló Matok.
¿Hay efectos secundarios?
Los investigadores descubrieron una asociación entre la cantidad del aceite y la respuesta de los individuos, en la que entre 10 y 20 milígramos reducían el apetito y provocaban cambios mentales, mareos y fatiga.
“Este tratamiento también está asociado con eventos de disminución del apetito, algo no deseable en niños”, explicó Treves. “También es un poco sorprendente porque lo que sabíamos hasta ahora es que el cannabis [normalmente] aumenta el apetito”, dijo.
Y como los niños no son adultos pequeños, las inferencias con cómo lo experimentan los adultos no son correctas. Sin embargo, el estudio ha suscitado mucho interés entre quienes conviven con niños con estas dolencias y los investigadores insisten en la necesidad de llevar a cabo más estudios para poder avanzar en este prometedor camino.
MIRA TAMBIÉN: