Un total de 5.042 personas han muerto en los 664 ataques y atentados perpetrados por yihadistas en catorce países durante el pasado mes de noviembre, según las estimaciones de un estudio realizado por la BBC.
Estas cifras suponen una media de 168 muertos al día y de siete fallecidos cada hora del pasado mes de noviembre. En torno al 80% se han registrado en solo cuatro países: Irak, Nigeria, Siria y Afganistán. Irak ha sido durante el pasado mes el país más peligroso, con un total de 1.770 muertos en 233 ataques, que van desde los tiroteos a los atentados perpetrados por suicidas.
En Siria, el número de muertos ha ascendido a 693 personas, mientras que en Yemen ha habido 410 fallecidos en 37 ataques. De los 16 grupos yihadistas involucrados en los ataques registrados en noviembre, el Estado Islámico ha sido el que más muertos ha causado, al acabar con la vida de 2.206 personas en Irak y Siria, un 44 por ciento del total.
El director del Centro Internacional de Estudio de la Radicalización, el profesor Peter Neumann, ha asegurado que el Estado Islámico “no está rivalizando, si no reemplazando, a Al Qaeda como líder del yihadismo global”.
La mayoría de los muertos registrados en noviembre son civiles, en total 2.079 personas, frente a los 1.723 militares muertos en ataques este mes. Sin embargo, esta proporción varía significativamente según los países.
Así, en Siria y Afganistán han muerto un número de militares que supone más del doble de la cifra de víctimas mortales civiles. De los 146 policías muertos en noviembre, 95 han perecido en Afganistán. En este país también ha habido muertos entre la clase política, al igual que en Somalia, donde ha habido 22 víctimas mortales de este sector.
El balance se completa con 935 yihadistas muertos en atentados suicidas o en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La mayoría de los muertos en noviembre han fallecido víctimas de ataques con bombas, en total 1.653 personas por 241 explosiones, incluidos 38 ataques suicidas que se han llevado 650 vidas por delante. Las bombas artesanales han matado a 555 personas.
Los ataques con armas ligeras han acabado con la vida de 1.574 personas, mientras que otras 666 personas han muerto en emboscadas.