El mayor avance en la reconciliación palestina, que se vio refrendado el miércoles con la retirada de Hamás de los pasos fronterizos de Gaza, se ve comprometido por el rechazo a desarmarse del movimiento islamista, que controla el enclave desde 2007. Mushir al Masri, portavoz parlamentario de Hamás, ratificó que la organización no va a renunciar a las armas. “No es un asunto que esté en discusión con la Autoridad Palestina”, dijo, “ya que tenemos derecho a la resistencia contra la ocupación”. Tanto Israel como Estados Unidos han advertido de que dejarán de reconocer al Ejecutivo del presidente Mahmud Abbas si pacta un Gobierno de unidad con Hamás, que cuenta con más de 25.000 milicianos a sus órdenes, sin que esta organización renuncie a las armas.