El nuevo presidente de Irán nombra ministro al culpable de la explosión de la Amia
El recién investido presidente de la República Islámica, Ebrahim Raisi, ha configurado un gobierno dominado por extremistas, entre ellos un ministro de Asuntos Exteriores conocido por sus relaciones con el grupo terrorista chiita libanés Hezbolá y un ministro del Interior en busca y captura internacional por su aparente relación con la explosión del centro judío Amia de Buenos Aires de 1994 que dejó más de 80 muertos.
¿Quién es quién?
El clérico conservador y ex juez Raisi, conocido como el “carnicero de Teherán” por haber mandado ejecutar a miles de iraníes de la disidencia, nombró al diplomático Hossein Amirabdollahian como ministro de Exteriores de Irán.
Amirabdollahian, de 56 años, ha servido durante años en diferentes puestos gubernamentales, entre ellos, fue viceministro de asuntos árabes y africanos bajo el extremista y populista Mahmoud Ahmadinejad, conocido negacionista del Holocausto.
Hay informes que señalan la cercanía de Amirabdollahian a Hezbolá y la Guardia Revolucionaria Iraní.
El general Ahmad Vahidi, exministro de Defensa, será el nuevo ministro del Interior, fue el jefe de la Fuerza Quds, el brazo internacional de la Guardia Revolucionaria, en los tiempos del atentado del centro judío de la Amia, en la capital Argentina.
En 1994 la asociación mutual israelita explotó por los aires por un terrorista suicida libanés que condujo un auto bomba hacia el edificio, matando a 85 personas e hiriendo a cientos. El terrorista fue después identificado como Ibrahim Hussein Berro, operativo de Hezbolá, financiada por Irán, y asistido tanto por Hezbolá como por sus espónsores iraníes.
Por qué es importante
Un Irán gobernado por extremistas aún más radicales son pésimas noticias para Israel y occidente, especialmente ahora que las potencias mundiales pensaban que podrían renovar el acuerdo nuclear con Irán y limitar su enriquecimiento de uranio a cambio de un relajamiento de las sanciones económicas que ahogan al país, y que cada vez queda más claro que Raisi no parece tener intención de pactar.
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