Al menos, catorce personas murieron en la noche del miércoles en Turquía durante las protestas de manifestantes kurdos contra el asedio yihadista a la ciudad kurdo-siria de Kobane, según informan numerosos medios locales. Aunque no existen cifras oficiales, la agencia semipública Anadolu deja momentáneamente el número en doce víctimas, ocho de ellas en la ciudad suroriental de Diyarbakir, mientras que varios periódicos lo elevan hasta 14 muertos, o incluso 21 fallecidos, como la agencia AFP.
Las autoridades turcas impusieron el miércoles un toque de queda en una parte del sureste del país a causa de los disturbios prokurdos. Pese a esta medidas impuesta por primera vez desde 1992, los enfrentamientos se reanudaron en Diyarbakir, Mardin, Van, Batman (sureste) y en la capital Ankara, donde las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Otros incidentes tuvieron lugar al final del día en varios barrios de Estambul, Esmirna (oeste) y Adana (sur). Tras una reunión con ministros y responsables de las fuerzas de seguridad, el primer ministro islamo-conservador Ahmet Davutoglu denunció que detrás de estas protestas hay “vándalos”.
Los activistas kurdos reprochan a las autoridades turcas permitir el flujo de militantes y armas para el grupo Estado Islámico (EI) al tiempo que mantienen sellada la frontera para impedir la llegada de ayuda humanitaria a la población o municiones a las milicias sirio-kurdas que defienden Kobane.
A pesar de la presión, el Gobierno de Turquía descartó hoy jueves una ofensiva terrestre de su ejército en el norte de Siria para frenar el avance del grupo yihadista”. Tras un encuentro con el nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, señaló ante la prensa que “no es realista esperar de Turquía que haga en solitario una operación terrestre”.
Por su parte, Stoltenberg ha afirmado que el establecimiento de una zona de exclusión aérea o una zona segura dentro de Siria para proteger a los desplazados por el conflicto en este país, como ha propuesto Erdogan, no ha sido discutido por la Alianza.
“Creo que no hay una salida simple y directa de los problemas que estamos viendo”, ha afirmado el nuevo secretario general. “No ha estado sobre la mesa en ninguna de las discusiones de la Alianza”, ha añadido respecto a la creación de una zona segura.
Mientras tanto, despacio pero con firmeza, los yihadistas seguían avanzando el jueves en Kobane. “Pese a la resistencia feroz de las fuerzas kurdas, el EI avanzó por la noche y se adueñó de más de un tercio de Kobane”, afirmó el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman.
“Los yihadistas se han apoderado del edificio de las fuerzas de seguridad kurdas, en el noreste de la ciudad”, añadió el director de esta ONG siria, que dio parte de 30 muertos en los combates librados de madrugada.