EEUU podría reconsiderar la participación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya “obsesión con Israel” mina la credibilidad del organismo, advirtió la secretaria de Estado adjunta, Erin Barclay, quien añadió que “cuando se trata de derechos humanos, ningún país debe estar libre de escrutinio, pero tampoco un país democrático debe ser sometido regularmente a un enfoque sesgado, injusto, desequilibrado e infundado”.