Arqueólogos israelíes han descubierto un tramo de 300 metros de largo (984 pies) de un antiguo acueducto que servía a Jerusalén, según anunció la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
“Los acueductos de Jerusalén cuentan la historia de la ciudad”, dijo el director de la AAI, Eli Escusido, en un comunicado. “Atestiguan los días de gloria del Segundo Templo, la destrucción de la ciudad y su construcción después de la destrucción del templo como Aelia Capitolina, una ciudad idólatra”, añadió, refiriéndose al nombre que le dio el emperador romano Adriano a la ciudad.
Las ruinas, que fueron descubiertas durante los trabajos de construcción de una escuela en el barrio de Givat Hamatos, son la extensión más larga del Acueducto del Nivel Superior que los arqueólogos han encontrado hasta la fecha.
Dos acueductos
Según explicaron los descubridores, éste fue uno de los dos acueductos construidos a finales del período del Segundo Templo para transportar agua a Jerusalén desde manantiales naturales cerca de Belén, a unos 21 kilómetros (13 millas) de distancia.
El Acueducto del Nivel Superior canalizaba agua hacia lo que en aquella época se llamaba la ciudad alta, donde se ubicaban los palacios reales y las casas de otras de las élites y hoy en día alberga los barrios judío y armenio de la Ciudad Vieja, mientras que el Acueducto del Nivel Bajo llevaba agua a la zona donde estaba el Templo.
Los romanos continuaron usando el acueducto durante décadas después de haber destruido Jerusalén y el Segundo Templo en el año 70 d. C. y luego llevaron a cabo renovaciones que incluyeron su elevación, que alcanzaba los tres metros en algunos tramos.
Según los arqueólogos, se encontraron también 25 monedas esparcidas entre el yeso utilizado para la obra, incluida una que conmemora la Gran Revuelta Judía contra los Romanos. Se cree que las monedas se colocaron allí, como se hace hoy en día, para dar suerte.
MIRA TAMBIÉN: