Edificios en llamas, casas quemadas, bosques arrasados, decenas de miles de personas evacuadas, barrios-fantasma y alrededor de 130 heridos (en su mayoría leves por inhalación de humo) son el balance de una masiva ola de fuego en Israel que ha declarado el estado de emergencia.
Un millar de incendios forestales en la última semana ha tenido este jueves su dramática continuación en las calles de la principal ciudad del norte, Haifa. Investigadores y algunos ministros denuncian que alrededor de la mitad fueron intencionados.