[:es]Cuatro años después, de nuevo, exasperados ante una lógica que se nos escapa de las manos, nos vemos otra vez ante los los enrevesados caminos que ha ido tomando la causa de la muerte del fiscal Alberto Nisman en la Justicia argentina, contaminada en muchos de sus requiebros en este asunto por la política del país.
Y ya van cuatro años, ¡cuatro!, desde que fuera encontrado el cuerpo de Nisman en su departamento, donde murió el 18 de enero de 2015. Pero todavía no sabemos qué fue lo que ocurrió. Como se suele decir, cuando la justicia es lenta, no se puede llamar justicia. Es una situación que seguro entristece a sus familiares, pero sobre todo ensombrece la salud democrática del país.
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