“Es muy joven”, cuchichea una señora que interrumpe su paseo matinal para ver quién hay tras el tumulto. “Si os hubierais puesto de acuerdo y no a gastar dinero en otras elecciones…”, se queja otra, también enfundada en camiseta y mallas de caminar. Albert Rivera ha empezado su campaña en Albacete visitando un centro tecnológico y poniendo a Israel como ejemplo de inversión y desarrollo tecnológico. Durante su visita a la ciudad, donde se ha dado un baño de masas, alguien le ha lanzado un huevo, aunque no le ha alcanzado.