Científicos israelíes entrenan a peces para manejar un vehículo ¡en tierra!

Científicos israelíes entrenan a peces para manejar un vehículo ¡en tierra!

Investigadores de la Universidad de Ben Gurión, en el desierto del Néguev, en Israel, han logrado que peces dorados manejen un acuario con ruedas para demostrar que el sentido de la navegación puede ser independiente del contexto vital.

Seis peces dorados han sido entrenados para usar un aparato, el llamado “vehículo operado por peces”, que los transporta en una habitación para conseguir un premio, según concluyó el estudio publicado en el journal Behavioural Brain Research.

“Los peces han sido capaces de operar el vehículo, explorar el nuevo medioambiente y conseguir el objetivo, sin importar el punto de partida, mientras evitaban los puntos muertos y corregían las inexactitudes de localización”, informaron los investigadores Shachar Givon y Ronen Segev en un comunicado.

El estudio se agrega a una tendencia que despunta, la de entrenar a animales para que operen vehículos a motor, los experimentos anteriores se hicieron con ratones y perros que manejaban vehículos especialmente diseñados para ellos.

Pero el experimento con los peces es el más excéntrico hasta la fecha.

 

La orientación no depende del contexto vital

 

El estudio de los investigadores de la universidad de Ben Gurión concluía que su experimento demuestra que las habilidades de navegación se pueden trasladar de un entorno marino a uno terrestre, y es similar a otros estudios que han analizado el comportamiento animal en contextos de cero o poca gravedad.

“La forma en que se representa el espacio en el cerebro de los peces y las estrategias que utiliza pueden tener tanto éxito en un entorno terrestre como en uno acuático”, dijeron los autores. “Esto sugiere la universalidad en la forma en que se representa el espacio en todos los entornos”.

Para realizar el experimento, los peces se colocaron en un tanque con ruedas que estaba conectado a una cámara que seguía el movimiento del pez y a un sistema informático diseñado para responder a ese movimiento del animalito hacia las paredes del acuario. Según hacia dónde nadaba el pez, el vehículo se movía en esa dirección.

 

Los peces no se dejan engañar…

 

Se diseñaron varios experimentos diferentes, en todos ellos el objetivo era que los peces dirigieran el acuario rodado a una zona específica, si lo lograban, recibían una pequeña cantidad de comida. Incluso cuando el vehículo era colocado en diferentes puntos de la habitación antes de arrancar, o al mover el objetivo, los peces pudieron encontrar el camino.

Los peces tampoco se dejaron engañar por los señuelos colocados alrededor de la habitación y, con el paso del tiempo, su rendimiento mejoró. ¡Muchos de los peces pasaron de necesitar 30 minutos para encontrar el objetivo, a encontrarlo en menos de un minuto!

 

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