Científicos israelíes desarrollan un recubrimiento de superficies antiviral para reducir el contagio de COVID-19

El coronavirus COVID-19  se transmite fundamentalmente a través de las gotas que salen de las vías respiratorias, pero también se sabe que puede vivir sobre superficies durante varios días. Por eso un equipo de científicos israelíes de la Universidad de Ben Gurión en el Neguev, trabaja en un recubrimiento de superficies antiviral con nanopartículas de metales ionizados (con carga eléctrica, es decir, no neutros) que tienen actividad antiviral y antimicrobiana y, además, un efecto a largo plazo.

“Nuestro desarrollo es muy necesario en estos momentos en el que queda más claro que nunca que la infección indirecta es importante mecanismo de contagio del virus”, aseguró el profesor Ángel Porgador, del departamento de Microbiología, inmunología y genética de la universidad, quien lidera el estudio junto al doctor Mark Schvartzman, del departamento de Ingeniería de materiales.

“Hay más equipos en el mundo que están trabajando en la misma idea, con menor o mayor éxito”, agregó. “Pero nuestro punto diferencial es que añadimos envejecimiento a los polímeros ionizados, es decir, preparamos los polímeros y el “aging” (envejecimiento, en inglés) añadido los hace más eficaces contra el virus”.

Las superficies que se usan en el mundo, en su enorme mayoría, son inertes, es decir, que no desprenden ningún elemento, por eso son también fáciles de limpiar, como el plástico. Y sobre ellas los microbios permanecen días y días.

El polímero que mata virus

En diversos experimentos, en Ben Gurion pero también en otros centros, se ha demostrado que las superficies cubiertas con nanopartículas de cobre detienen la infección del virus. Estos experimentos muestran el enorme potencial de los iones de cobre para evitar la propagación de SARS CoV-2 a través de superficies.

Con base en esos resultados, el equipo de Ben Gurión está desarrollando un recubrimiento de superficies antiviral que puede ser pintado o rociado. Los cubrimientos son polímeros que contienen nanopartículas de cobre y otros metales que permiten la liberación controlada de iones de metal sobre la superficie recubierta. Porque la liberación de iones es lenta, el recubrimiento puede ser efectivo durante un largo tiempo, semanas o meses.

“Nuestro objetivo es que el polímero que hemos desarrollado se comporte como el cobre puro”, explicó el profesor Porgador, ya que está demostrado que esa aleación es antivírica. Hasta ahora los resultados son positivos y en unas semanas esperan pactar una cooperación con algún laboratorio o compañía que convierta el material en aerosol. El Proyecto está subvencionado por la Autoridad de Innovación de Israel.

El profesor Porgador señaló que hay una gran necesidad de este tipo de cubrimientos antivirales ahora y que las superficies a ser protegidas pueden ir desde pomos de puertas, botones, barandillas o cualquier superficie que represente peligro de concentración de virus por abundancia de personas potencialmente portadoras.

Este desarrollo, según señala Porgador, será efectivo no solo contra el coronavirus, sino también frente a otros tipos de virus y bacterias. Y la idea es que esté disponible para futuros brotes en lugares como hospitales, aeropuertos, escuelas, cines, transporte público, pero también en los hogares.