Por Leah Soibel
Por ahora son solo como las fiebres que llegan cuando los cuerpos están enfermos, afectados por algún virus. Son el síntoma de una deriva peligrosa que indica que hay algo enfermo en la sociedad. Son cosas que hay que aplacar y extirpar si no queremos que la enfermedad termine por envilecer a toda la sociedad. De lo contrario, terminará por extenderse el odio como una cáncer que destruye desde dentro la convivencia social de un país que se ha identificado desde su fundación por su multiculturalidad y el respeto mutuo entre las diferentes comunidades raciales, religiosas, étnicas o culturales.
