Panamá corre el riesgo de ser blanco de las organizaciones yihadistas. Así lo señala un informe del Instituto Español de Estudios Estratégicos que publicó el documento: ‘El radicalismo islámico en América Latina. De Hezbolá al Daesh’. En el texto identifica plenamente las debilidades de la región latinoamericana, que ve muy lejana la posibilidad de un atentado de estos grupos, a pesar de haber tenido dos experiencias trágicas en Argentina en la década de los 90.
Latinoamérica es aprovechada por los grupos extremistas para desplazarse impunemente, o casi sin ser detectados, gracias a la complicidad de algunos Gobiernos que incluso se han negado a cooperar plenamente con las autoridades estadounidenses, y demás servicios de inteligencia de la región, sobre la presencia de estos grupos en sus territorios. Según el reporte, estos gobiernos son Cuba, Venezuela o Trinidad y Tobago.