El régimen egipcio logró el lunes frenar una posible escalada de las protestas contra la cesión a Arabia Saudí de dos islas estratégicas islas situadas en el Mar Rojo hecha hace un par de semanas. Una robusta presencia de las fuerzas de seguridad en el centro de El Cairo, que dispersaron con gases lacrimógenos a diversas concentraciones opositoras, combinada con la movilización de los seguidores del presidente Abdelfatá Al Sisi, permitió al Gobierno demostrar que todavía continúa controlando la calle. Varias decenas de personas fueran arrestadas (unas 150, según Freedom Of the Brave), incluidos al menos diez periodistas, en el transcurso de la jornada.