En los últimos años, el conocido como ‘Internet de las cosas’ (IoT) ha vivido un gran crecimiento, y especialmente ha sido así en 2015, cuando se han popularizado muchas tecnologías disruptivas y se han hecho accesibles al gran público. Para aclararlo desde el principio, el ‘Internet de las cosas’ se basa en la conectividad de objetos de uso cotidiano, dotándolos así de características ‘inteligentes’ o interactivas. Hemos visto una rápida adopción por parte de los consumidores, la apuesta innovadora de las empresas y el apoyo de los gobiernos para crear casas más inteligentes, mejores soluciones de salud, sistemas agrícolas más eficaces y entretenimiento, coches, electrodomésticos, dispositivos y todoa clase de complementos interconectados. Brazaletes para ayudarnos en nuestros entretenimientos, termostatos inteligentes, ‘smartwatches’… la revolución del Internet de las cosas ya está aquí, y ha venido para quedarse.
La inversión privada en startups de este sector tecnológico se ha doblado en cinco años y ya supone más de 2.000 millones de dólares al año. Entre 20.000 y 30.000 millones de dispositivos estarán conectados en 2020, sin incluir ordenadores, tablets y smartphones. Tal es la dimensión de esta revolución.
Según recoge la revista Forbes en un informe sobre el ‘Internet de las cosas’, el ecosistema emprendedor de Israel juega un papel prominente en todo este desarrollo. Recoge las conclusiones de un estudio de Innovation Endeavors, en el que se traza un mapa israelí del IoT: hay 330 startups activas en este país con proyectos relacionados con este sector; de hecho, una de cada 20 nuevas empresas en Israel en 2015 estaban enfocadas al IoT, lo que supone un porcentaje importante dado que esta tecnología está en una fase inicial.
Especialistas en big data
Según este estudio, los emprendedores israelíes tienen una gran predisposición para desarrollar soluciones del ‘Internet de las cosas’, tanto en el ámbito de las aplicaciones como de dispositivos, plataformas y componentes. Además, resalta que la experiencia y liderazgo de Israel en sectores como la ciberseguridad, la salud o la agricultura suponen una ventaja competitiva para los emprendimientos originados en este país. Si se combina con la capacidad de los profesionales en áreas como la computación, minería de datos o la analítica predictiva, se obtiene un caldo de cultivo propicio para que en Israel se desarrollen grandes compañías del ‘Internet de las cosas’.
Yair Snir, director de Desarrollo de Negocio de Microsoft, apunta en el artículo de Forbes que “el ecosistema tecnológico israelí ha evolucionado de la tradicional industria de defensa a dispositivos médicos y, ahora, a aparatos pequeños y asequibles siempre conectados. Los emprendedores israelíes dominan algunas de las habilidades que son esenciales para el IoT, tales como el big data o la analítica predictiva, que son críticas para dar sentido a la increíble cantidad de información generada por todos los dispositivos conectados”.